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Semana sabática en Mi Callejuela....
Leyendo a mi buen amigo Heidi, en su blog, sobre La Esperanza, (recomiendo su lectura), cierto es que nos agarramos a ese dogma cuando las incertidumbres, las dudas, y las miserias de cada uno salen a relucir, nos aferramos a ella con todas nuestras fuerzas. La Esperanza siempre presente en nuestras vidas. A veces, en forma de Salud, otras, en forma de Dolores, muchas veces, en fondo de Soledad, más aun, en forma de Angustias, de Amargura, de Lagrimas, y sobre todo, de un Gran Poder de espera sobre lo que ha de llegar…
La Esperanza, es, mis queridos amigos, el mástil de mi vida actual, donde durante los últimos meses de mi vida, me encuentro navegando sin rumbo en la brújula del calendario, La Esperanza es, la duda del hombre, los pensamientos que te llevan a sentir tambalear desde los principios personales, hasta las creencias mas engarzadas. La Esperanza, mis amigos, es mi compañera inseparable de mis días, las eternas preguntas que desde mi alma siento que me dicen martilleándome, ¿Por qué?, e intento imponer lógicas y respuestas y no las encuentro.
Mi querida Esperanza, mi señora y fiel compañera de horas del día, amanezca sobre un río marinero que baña mi Triana, o salga junto al sol para brillar en los ojos de la madre allá por San Gil, desde las angostas y reales calles de San Martín, con su tradición de Sevillana estirpe, hasta una calle alfarera de Triana y que Castilla se llama, y así, hasta llegar a Trinitarios lamentos que se derraman al lado de la Virgen que es Auxiliadora de los cristianos.
Ésta es mi Esperanza, a la que me aferro cada día, sin distinción de advocaciones, la que me tiene prisionero de mi estado, por eso, mi Señor del Soberano Poder, que sabes que lo eres todo para mi, mi Virgen Chiquetita de caminos de ensueños con mis amigos, que sabes que te quiero y te rezo, compartir junto a ella, junto a mi Esperanza, mis oraciones y peticiones que cada día que amanece tengo presente en mi vida. Y si la Esperanza tuviera imagen, si tuviera olor, si tuviera vida, solo se me viene a mi memoria una imagen, la de mi madre, esa que me dio la vida y que vive con mi Esperanza fijando este costero que se cae, y que siempre, siempre, siempre, la encuentro junto a mi para levantarlo, esa si que es costalera de mi Esperanza!!!!
Mi Esperanza, la del alma, la del corazón, aquí me tienes, presto para aguantar la pelea, no voy a decaer, en esta chicotá no me hacen falta ni Villanuevas ni Garduños, ni Perrengues ni costaleros, solo mi Esperanza para tener Esperanzas.
Leyendo a mi buen amigo Heidi, en su blog, sobre La Esperanza, (recomiendo su lectura), cierto es que nos agarramos a ese dogma cuando las incertidumbres, las dudas, y las miserias de cada uno salen a relucir, nos aferramos a ella con todas nuestras fuerzas. La Esperanza siempre presente en nuestras vidas. A veces, en forma de Salud, otras, en forma de Dolores, muchas veces, en fondo de Soledad, más aun, en forma de Angustias, de Amargura, de Lagrimas, y sobre todo, de un Gran Poder de espera sobre lo que ha de llegar…
La Esperanza, es, mis queridos amigos, el mástil de mi vida actual, donde durante los últimos meses de mi vida, me encuentro navegando sin rumbo en la brújula del calendario, La Esperanza es, la duda del hombre, los pensamientos que te llevan a sentir tambalear desde los principios personales, hasta las creencias mas engarzadas. La Esperanza, mis amigos, es mi compañera inseparable de mis días, las eternas preguntas que desde mi alma siento que me dicen martilleándome, ¿Por qué?, e intento imponer lógicas y respuestas y no las encuentro.
Mi querida Esperanza, mi señora y fiel compañera de horas del día, amanezca sobre un río marinero que baña mi Triana, o salga junto al sol para brillar en los ojos de la madre allá por San Gil, desde las angostas y reales calles de San Martín, con su tradición de Sevillana estirpe, hasta una calle alfarera de Triana y que Castilla se llama, y así, hasta llegar a Trinitarios lamentos que se derraman al lado de la Virgen que es Auxiliadora de los cristianos.
Ésta es mi Esperanza, a la que me aferro cada día, sin distinción de advocaciones, la que me tiene prisionero de mi estado, por eso, mi Señor del Soberano Poder, que sabes que lo eres todo para mi, mi Virgen Chiquetita de caminos de ensueños con mis amigos, que sabes que te quiero y te rezo, compartir junto a ella, junto a mi Esperanza, mis oraciones y peticiones que cada día que amanece tengo presente en mi vida. Y si la Esperanza tuviera imagen, si tuviera olor, si tuviera vida, solo se me viene a mi memoria una imagen, la de mi madre, esa que me dio la vida y que vive con mi Esperanza fijando este costero que se cae, y que siempre, siempre, siempre, la encuentro junto a mi para levantarlo, esa si que es costalera de mi Esperanza!!!!
Mi Esperanza, la del alma, la del corazón, aquí me tienes, presto para aguantar la pelea, no voy a decaer, en esta chicotá no me hacen falta ni Villanuevas ni Garduños, ni Perrengues ni costaleros, solo mi Esperanza para tener Esperanzas.
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