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Nandy, Troyita y Antoñito María, tres "niños" de San Gonzalo, tres hombres que han nacido entre priostes, costaleros y ensayos de altas madrugadas.
Tres costaleros del Soberano, pero no de ahora, desde que sus padres los llevaban a los ensayos, desde que corrían en pantalones cortos jugando a los pasitos, desde que sus mayores ilusiones, eran, un día, ir debajo de su Cristo, debajo del Soberano, y tomar el relevo de sus padres, así es San Gonzalo, de padres a hijos, la mas bella y verdadera historia en una hermandad.
Tres costaleros del Soberano, pero no de ahora, desde que sus padres los llevaban a los ensayos, desde que corrían en pantalones cortos jugando a los pasitos, desde que sus mayores ilusiones, eran, un día, ir debajo de su Cristo, debajo del Soberano, y tomar el relevo de sus padres, así es San Gonzalo, de padres a hijos, la mas bella y verdadera historia en una hermandad.
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Heidi y Pollero con los tres de arriba....
Maestros y costaleros de leyenda del Soberano, y de las cofradías.
Cuando la Heidi y Pollero empezaban a trabajar las cofradías, todavía no habían nacido estos niños, el ayer (y siempre presente), y el hoy del costal.
Maestros y costaleros de leyenda del Soberano, y de las cofradías.
Cuando la Heidi y Pollero empezaban a trabajar las cofradías, todavía no habían nacido estos niños, el ayer (y siempre presente), y el hoy del costal.
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¿Se puede ser mas buena gente que Manué José José?
El segundo de Manolito Garduño de toda la vida, un hombre bueno y un señor.
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Juan Antonio Alvarez, "Pollero".
Seguro que hasta la sangre que corre por sus venas son del color del Soberano Poder, y el orgullo de sentir, que un "pollero", en este caso, "pollerito" sigue debajo de las trabajaderas.
Un espejo donde mirarse, como costaleros, para muchos de los que aprendimos en aquella época, claro que sí, las cosas son como son, un costalero valiente como pocos, otro que está a la altura de los elegidos como costalero.
Seguro que hasta la sangre que corre por sus venas son del color del Soberano Poder, y el orgullo de sentir, que un "pollero", en este caso, "pollerito" sigue debajo de las trabajaderas.
Un espejo donde mirarse, como costaleros, para muchos de los que aprendimos en aquella época, claro que sí, las cosas son como son, un costalero valiente como pocos, otro que está a la altura de los elegidos como costalero.
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¿Donde estaba tu padre miarma?..... ainsssss!!!!!
Un costal de padre a hijo, el gran Troya de Triana a su hijo, el Troyita, ¿se perderá ésto algún día.....?
Un niño que he visto crecer entre nosotros, como los otros, y que hoy siendo hombres, se me llena mi memoria de recuerdos y emociones, sus primeras ilusiones, sus sueños, y hoy en día los tienen hechos realidad, lo mas bonito y la verdad mas emotiva de las cofradías!!!!!
Vivan los pasos!!!!!
Y se mueran los feos!!!!!
Un costal de padre a hijo, el gran Troya de Triana a su hijo, el Troyita, ¿se perderá ésto algún día.....?
Un niño que he visto crecer entre nosotros, como los otros, y que hoy siendo hombres, se me llena mi memoria de recuerdos y emociones, sus primeras ilusiones, sus sueños, y hoy en día los tienen hechos realidad, lo mas bonito y la verdad mas emotiva de las cofradías!!!!!
Vivan los pasos!!!!!
Y se mueran los feos!!!!!
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Antonio Sales Trillo, "La Heidi", costalero por la gracia de Dios, del Soberano Poder, uno de los mas grandes costaleros que ha dado Sevilla en sus trabajaderas, querido, admirado y respetado, costalero honrao y compañero, un artista del compás y la interpretación.
Un orgullo haber trabajado con él, y haber aprendido de él, en tantas cofradías durante tantos años, y una manera única, distinta y diferente, de ver y sentir el Soberano en San Gonzalo.
El costalero, con el que Sevilla aprende a aplaudir 10 minutos de reloj, y un paso, precisamente, un Soberano Poder, en el suelo arriao con los zancos abajos después de una chicotá de ensueño, una chicotá que quien tuvimos el privilegio de vivir y trabajar, allá por el año 93 no olvidaremos jamas.
La Heidi era, fue, sigue siendo, y sera por siempre, un maestro, un amigo, un compañero, un costalero.
Un orgullo haber trabajado con él, y haber aprendido de él, en tantas cofradías durante tantos años, y una manera única, distinta y diferente, de ver y sentir el Soberano en San Gonzalo.
El costalero, con el que Sevilla aprende a aplaudir 10 minutos de reloj, y un paso, precisamente, un Soberano Poder, en el suelo arriao con los zancos abajos después de una chicotá de ensueño, una chicotá que quien tuvimos el privilegio de vivir y trabajar, allá por el año 93 no olvidaremos jamas.
La Heidi era, fue, sigue siendo, y sera por siempre, un maestro, un amigo, un compañero, un costalero.
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¿Y lo de éste niño.....?, ¿tiene meritos?, en Antoñito María se dan las respuestas a como cuando en la vida quieres y luchas, te llega siempre tú momento.
Un costalero que escucha y aprende, humilde debajo de las trabajaderas, y respirando San Gonzalo en la sangre desde el primer día de su vida, otro que hereda un costal en sus trabajaderas, el de su padre y el de su tío.
Otro niño, otro hombre actual para la hermandad y para la cuadrilla.
Un costalero que escucha y aprende, humilde debajo de las trabajaderas, y respirando San Gonzalo en la sangre desde el primer día de su vida, otro que hereda un costal en sus trabajaderas, el de su padre y el de su tío.
Otro niño, otro hombre actual para la hermandad y para la cuadrilla.
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Fernando García Carrera, todo de San Gonzalo, absolutamente todo, por encima de cualquier cosa, su hermandad, su vida, su cuadrilla, con el mayor de sus orgullos, su hijo, el Nandy, el mismo que se crio entre los niños en la hermandad, hoy recibiendo de su propio padre, sus XXV años en San Gonzalo.
Otro apellido que no se pierde en las trabajaderas del Soberano, otra herencia de costales, de sentimiento de hermandad, un hombre, Fernando, con su hijo, Nandy, dos personas en un mismo corazón de amor a San Gonzalo.
Dos costaleros, de los buenos, uno de ayer, otro de hoy.
Otro apellido que no se pierde en las trabajaderas del Soberano, otra herencia de costales, de sentimiento de hermandad, un hombre, Fernando, con su hijo, Nandy, dos personas en un mismo corazón de amor a San Gonzalo.
Dos costaleros, de los buenos, uno de ayer, otro de hoy.
1 comentario:
Felicidades a mis niños, los he visto hacerse hombres y ahora son costaleros del su Señor, un sueño de todos hecho realidad. Espero disfrutar de vosotros y del Soberano por muchos años como costaleros y amigos, nuestra única pena no haber coincidido bajo el Sobearno con esa otra persona que recoge el cuadro también, Antonio Sales Trillo "Heidi", un mago bajo las trabajaderas.
Se os quiere...
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