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Una voz salió de las andas... y en el silencio de la noche se volvía a escuchar en el Soberano!!!
A lo mejor no era el sitio ni el lugar, pero cuando los sentimientos mandan, ¿qué más dá?, supongo, y quiero pensar..., que cuando los recuerdos llegan a la memoria de forma tan brutal, y vuelves a sentirte Costalero del Soberano, florecen y aparecen los momentos vividos, los sentidos, los sufridos, los disfrutados....
Ayer, aquellos Costaleros valientes que forman la vieja guardia en la reserva y que hicieron grande esta cuadrilla volvieron a sentir, a portarlo, a vivirlo, a sentirse Costaleros....
Ayer, una voz de lo más profundo del sentimiento volvió a gritarlo "Antoniooooo, como un clavé, como un clavé miarma...".
No podía ser otro, el es así, una explosión de sentimientos cuando se trata del Soberano y la raza costalera. Más adelante, en San Jacinto pasado el saludo de La Estrella lo esperó en los adoquines, sí, allí en la imaginaria franja de San Jacinto con Pagés del Corro, justo cuando el asfalto da paso a los adoquines, adoquines que saben mucho y bien de muchos Lunes Santos Soberanos de.... todo!!!, y junto a Antonio "La Heidi", junto a José Manuel Betanzos, volvimos a vivir en el sueño de los despiertos otros tiempos pasados que pertenecen ya a la historia.
Da igual una voz al aire en el silencio de la solemnidad cuando sale del corazón, los sentimientos son los que hacen grandes a los Costaleros, y este lo es, de los grandes y buenos de verdad, sin ojanas ni aleluyas, no le hacen falta ni yo lo voy a descubrir, yo sí lo he disfrutado, eso sí.
Está claro.... hablamos de Fran Narbona.
A lo mejor no era el sitio ni el lugar, pero cuando los sentimientos mandan, ¿qué más dá?, supongo, y quiero pensar..., que cuando los recuerdos llegan a la memoria de forma tan brutal, y vuelves a sentirte Costalero del Soberano, florecen y aparecen los momentos vividos, los sentidos, los sufridos, los disfrutados....
Ayer, aquellos Costaleros valientes que forman la vieja guardia en la reserva y que hicieron grande esta cuadrilla volvieron a sentir, a portarlo, a vivirlo, a sentirse Costaleros....
Ayer, una voz de lo más profundo del sentimiento volvió a gritarlo "Antoniooooo, como un clavé, como un clavé miarma...".
No podía ser otro, el es así, una explosión de sentimientos cuando se trata del Soberano y la raza costalera. Más adelante, en San Jacinto pasado el saludo de La Estrella lo esperó en los adoquines, sí, allí en la imaginaria franja de San Jacinto con Pagés del Corro, justo cuando el asfalto da paso a los adoquines, adoquines que saben mucho y bien de muchos Lunes Santos Soberanos de.... todo!!!, y junto a Antonio "La Heidi", junto a José Manuel Betanzos, volvimos a vivir en el sueño de los despiertos otros tiempos pasados que pertenecen ya a la historia.
Da igual una voz al aire en el silencio de la solemnidad cuando sale del corazón, los sentimientos son los que hacen grandes a los Costaleros, y este lo es, de los grandes y buenos de verdad, sin ojanas ni aleluyas, no le hacen falta ni yo lo voy a descubrir, yo sí lo he disfrutado, eso sí.
Está claro.... hablamos de Fran Narbona.
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