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Quiero compartir con todos ustedes algo que me sucedió anoche en la Iglesia de San Gonzalo. Llegue a la hermandad -a la Avenida de Coria- a horas muy tempranas y estaban las puertas cerradas porque todavía no había llegado nadie. Esperando allí, decidí ir a la Iglesia y hacer tiempo para dar gracias por algo que ultimamente me tiene muy en deuda con mi Cristo.
Entre con la oscuridad pétrea que nos tienen acostumbrados "Los Paules", pero ayer lo agradecí, entre y estaba la iglesia sola para mi, no había ni un solo alma allí.
Me adelante al primer banco que existe al lado de mis Titulares y me senté a pensar, a pensar de una forma muy relajada, en todo y en nada, era inspiración, me relajaba. Después de unos minutos empecé a rezar mis oraciones y dar las gracias antes citadas, a dejar mi mente en blanco y respirar aquella paz que me hacian sentir muy a gusto interiormente.
Al cabo de los minutos, y fueron bastantes, me sorprendió algo intimo y personal, en aquella conversación que mantuve desde el corazón me di cuenta que solo miraba, y no había dejado de mirar, a mí Virgen de La Salud, solo a ELLA.
Y me llamo poderosamente la atención porque yo soy TODO de mi Cristo del Soberano Poder, absolutamente TODO.
Y siempre mis oraciones mas necesitadas, mis sentimientos mas extremos y mis peticiones más deseadas fueron siempre para El. Al igual que mis primeras miradas al entrar en su Parroquia van dirigidas a El. Y ayer, cuando me di cuenta, me sentí incluso, como si de alguna manera, le estuviera faltando a mi Fe y mi amor por El.
En mi descargo emocional, llegue incluso -en mi intima conversión junto al Soberano- a decirle que estaba seguro que eso seria para El motivo de alegría, felicidad y reconocimiento, que nada malo tendría ello, en definitiva, es su bendita Madre de La Salud, la que le dio la vida y la esperanza aquí por el Barrio León.
Pero a la misma vez, y descargada emocionalmente mi conciencia, -como si hubiera hecho algo malo- me sentí mal. Y me sentí mal porque muy posiblemente sea lo que le ocurra a la inmensa mayoría de los hermanos y devotos de San Gonzalo, pero os puedo asegurar por mi propia experiencia, que cuando La Virgen de La Salud te llama, entra dentro de tu corazón y todo lo que antes era principal y protagonista, pasa a un segundo plano a su lado, al lado de mí Virgen.
El Soberano sabe lo que significa para mi, estoy convencido que no tiene dudas ni sospechas, El lo es TODO. Pero la gran desconocida de la hermandad de San Gonzalo para la gran mayoría es esa bella dama que habita a la derecha del Señor, que Salud se llama, y que llena de reconocimiento el corazón de todo aquel que se acerca a conocerla.
Y despues de aquel sentimiento encontrado de sentirme mal, inmediatamente después, me sentí feliz y dichado, fue motivo de una inmensa felicidad para mí sentir lo que siento por Ella, incluso cuando mas necesito de mis peticiones y mis oraciones, como ayer, y entro, y sin darme cuenta, mi mirada solo era para Ella, y a través de Ella, seguro que también mí Cristo, mí Soberano, sigue siendo lo que siempre fue y será, TODO para mi.
Entre con la oscuridad pétrea que nos tienen acostumbrados "Los Paules", pero ayer lo agradecí, entre y estaba la iglesia sola para mi, no había ni un solo alma allí.
Me adelante al primer banco que existe al lado de mis Titulares y me senté a pensar, a pensar de una forma muy relajada, en todo y en nada, era inspiración, me relajaba. Después de unos minutos empecé a rezar mis oraciones y dar las gracias antes citadas, a dejar mi mente en blanco y respirar aquella paz que me hacian sentir muy a gusto interiormente.
Al cabo de los minutos, y fueron bastantes, me sorprendió algo intimo y personal, en aquella conversación que mantuve desde el corazón me di cuenta que solo miraba, y no había dejado de mirar, a mí Virgen de La Salud, solo a ELLA.
Y me llamo poderosamente la atención porque yo soy TODO de mi Cristo del Soberano Poder, absolutamente TODO.
Y siempre mis oraciones mas necesitadas, mis sentimientos mas extremos y mis peticiones más deseadas fueron siempre para El. Al igual que mis primeras miradas al entrar en su Parroquia van dirigidas a El. Y ayer, cuando me di cuenta, me sentí incluso, como si de alguna manera, le estuviera faltando a mi Fe y mi amor por El.
En mi descargo emocional, llegue incluso -en mi intima conversión junto al Soberano- a decirle que estaba seguro que eso seria para El motivo de alegría, felicidad y reconocimiento, que nada malo tendría ello, en definitiva, es su bendita Madre de La Salud, la que le dio la vida y la esperanza aquí por el Barrio León.
Pero a la misma vez, y descargada emocionalmente mi conciencia, -como si hubiera hecho algo malo- me sentí mal. Y me sentí mal porque muy posiblemente sea lo que le ocurra a la inmensa mayoría de los hermanos y devotos de San Gonzalo, pero os puedo asegurar por mi propia experiencia, que cuando La Virgen de La Salud te llama, entra dentro de tu corazón y todo lo que antes era principal y protagonista, pasa a un segundo plano a su lado, al lado de mí Virgen.
El Soberano sabe lo que significa para mi, estoy convencido que no tiene dudas ni sospechas, El lo es TODO. Pero la gran desconocida de la hermandad de San Gonzalo para la gran mayoría es esa bella dama que habita a la derecha del Señor, que Salud se llama, y que llena de reconocimiento el corazón de todo aquel que se acerca a conocerla.
Y despues de aquel sentimiento encontrado de sentirme mal, inmediatamente después, me sentí feliz y dichado, fue motivo de una inmensa felicidad para mí sentir lo que siento por Ella, incluso cuando mas necesito de mis peticiones y mis oraciones, como ayer, y entro, y sin darme cuenta, mi mirada solo era para Ella, y a través de Ella, seguro que también mí Cristo, mí Soberano, sigue siendo lo que siempre fue y será, TODO para mi.
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