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Un año para recordar toda la vida, aquel Sábado Santo de 1992 fue lo mas parecido a la perfección del sacrificio, la casta, la humildad, el compañerismo, el trabajo y el sentimiento a unas formas de entender los pasos con Los Villanueva que no se olvidara mientras vivamos.
Un Sábado Santo que recordamos todos los elegidos que fuimos capaces de vivir aquel día, empezar la semana con Herodes y terminarla con Herodes fue un sueño convertido en realidad como costalero, y sentir aquel espíritu Villanueva en cada palabra de aliento a los costaleros, era trasladarse a otra época de gloria y de estampas perdidas.
A todos los compañeros que disfrutamos y sufrimos aquel día de aquel año, con todo mi cariño y admiración.
Un Sábado Santo que recordamos todos los elegidos que fuimos capaces de vivir aquel día, empezar la semana con Herodes y terminarla con Herodes fue un sueño convertido en realidad como costalero, y sentir aquel espíritu Villanueva en cada palabra de aliento a los costaleros, era trasladarse a otra época de gloria y de estampas perdidas.
A todos los compañeros que disfrutamos y sufrimos aquel día de aquel año, con todo mi cariño y admiración.
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