martes, 17 de febrero de 2009

UN POLITICO CRISTIANO Y COFRADE.


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Juan Ignacio Zoido, tengo que reconocer que era totalmente contrario a la idea y a la figura de los políticos de turnos, que sus gestos y titulares eran más de cara a la galería que a lo que verdaderamente nos importa a los ciudadanos, los problemas cotidianos del día a día.
Conocí a Juan Ignacio en una situación donde la vida te ofrece esos palos que ni esperas, ni te los imaginas.... intercambiamos los correos y empezamos a enviarnos mensajes donde siempre estaban las palabras de ánimos y confianza, mensajes que siempre quedaran guardados en mi memoria, porque no me escribía el político, me escribía el hombre, y me hablaba como un amigo de toda la vida, su preocupación por mi problema y su especial sensibilidad me demostró que más allá del político tenia un hueco para acordarse del problema del que les escribe, desconozco si todos serán iguales.... pero estoy casi convencido que esta verdad que existe detrás de Juan Ignacio es difícilmente superable por los colegas de profesión, sobre todo, por los que todos tenemos en nuestra mente....
Y me ganó como amigo y como seguidor, me habló de esos renglones torcidos que a veces la vida nos depara y como por sus profundas convicciones cristianas vive cada día para superar una perdida irreparable, escuchándolo te das cuenta que no es ojana, como cuando un tío abre su corazón con lo mas importante de su vida no te esta ofreciendo un sermón, te está dando lo más sentido de su existencia familiar y su dolor más inesperado como ayuda y esperanza, Juan Ignacio es un ejemplo de señorío y de educación, de vestirse por los pies y de llevar la honestidad por delante, solo espero algún día poder devolverle el favor de la cercanía y la preocupación que tuvo hacía para conmigo, y del que le estoy extremadamente agradecido.
Y para colmo.... cristiano y cofrade, uno de los nuestros, en fin amigos, un amigo que me ha hecho pensar que en política también se hacen las cosas con el corazón y con el único deseo que le embarga, poder servir a Sevilla como Sevilla merece, estoy convencido que lo haría de bordarlo porque no se puede ser más sencillo, más cercano y más humano, y además de eso, ser un señor y amigo de sus amigos, una virtud a extinguir en nuestros días, lo dicho, va por ti querido Juan Ignacio.... y como tú dices, siempre con el izquierdo por delante y viva triana!!!!.
óle tú, y viva tú miarma.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Platiní, que perdemos las amistades.