domingo, 8 de marzo de 2009

UNA CARTA, DESTINO. EL CIELO.


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Nadie podía creer lo que estaría por llegar en tan breves días, la vida depara las sorpresas mas injustas y crueles que existen, no hay derecho.
Eras buena madre, esposa y amiga, eras de tu gente de verdad, de esos amigos con los que vivías tus caminos de marismas que no volverán iguales jamas, de éstos mismos que ahora lloran tu ausencia y que no te dejaron ni un solo segundo sola.
Se que me estarás escuchando, y quiero decirte que junto a esa cama en el hospital estuvieron los tuyos las venticuatro horas del día a tu lado, tú estabas dormida..., no los podías ver, pero allí estuvieron todos, todos y todas, tu gente.
Allí estaba tu marido Fran soportando en lo más profundo de su alma un dolor desgarrado, su vida entera se apostaba en una cama a la espera de un sueño eterno. Dios que dolor!!!. Tu hijo Javi, que tuvo horas antes de tu marcha, una conversación contigo para recordarte todos los momentos bonitos de su vida junto a ti, junto a mama, tenias los ojos cerrados pero yo creo que de todo estás enterada perfectamente. Tu hija Marta, constantemente atendida por tus amigos.
Y esos que no llevan tu misma sangre pero que hubieran dado hasta la ultima gota de las suyas propias por ti, tu otra familia, los tuyos, Nacho, Mamen, Rosario, Pedro, Manolito, Blanca, Manolo, tu sabes de quien te hablo, de los tuyos puros.
Y tambien tus amigas de la Junta, amigos y conocidos. Y tu padre, tu madre, tu hermano, los tuyos de cuna, todos se dieron cita para clamar con oraciones lo que irremediablemente estaba por llegar, y llego... entrastes en un profundo sueño de amor del que ya desde allí arriba me estarás leyendo.
Querida Sebas, el día de mi marcha junto a las cuadrillas del cielo, me conformaría con tener un tercio de lo que tu tenias allí a tu alrededor, tuvistes el calor mas humano, y lo mas importante, tu Fran, tu Javi y tu Marta tuvieron donde apoyarse y donde descansar tan intenso sufrimiento.
Querida Sebas, allá donde estés cuida por todos esos amigos tuyos que se han dejado un trozito de vida en tu partida, cuida por la unión de la amistad, el valor más sagrado de la tierra, porque la vida se nos va en un suspiro y perdemos el tiempo más preciado en cosas superfluas y conflictos, sin darnos cuenta, que lo único importante de la vida es intenta ser feliz, una sonrisa y rodearnos de amigos, lo demás, todo es efímero, absolutamente todo.
Querida Sebas, descansa en paz, aquí dejas a personas buenas que te tendrán presente por siempre, esos que habitan y se reunen por Valencina y con los que la vida te hizo tener sentido al lado de tu familia.
No te conoci lo suficientemente bien como ellos, pero solo de ver tu despedida, y a ellos, imagino como serias en vida, te fuistes llena de amor y rodeada en multitud, tranquila Sebas, te marchastes como todos queremos un día partir, enhorabuena, eras millonaria en amigos.
Un beso y hasta siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder Miguel Angel, en momentos como estos es cuando uno se da cuenta de lo que tiene y lo mucho que algunas veces lo desaprovecha, un abrazo fuerte amigo.

Antonio Gómez